Cartografía

PROCESOS.

Un nuevo proceso nunca antes experimentado, fue crear la cartografía de la deriva en/hacia Horcón. Partí por mucha incertidumbre y en verdad, no podía encontrarme cercana hacia el proceso. Me parecía tedioso imaginarme cómo ordenar un viaje en un pliego, en cómo expresarlo sin que fuera demasiado literal y pase por querer dejarme llevar a querer planear o controlar los demás el trabajo.

Mis inicios fueron para nada convincentes, aunque al menos si me daba paso a cuestionarme el cómo y con qué resolver esa sensación:

Aquí traté de hacer muy literal cada pasaje, aunque solo pase por los del principio y a pesar, de que tiene arte que podría llegar a hacer, no podía pensar en cómo terminarlo y sentir personalmente lo que hacía. 

En el camino ocurrieron cosas que me marcaron mucho y la deriva a Horcón se simplificó, pero se volvió ideal y sincera. Se convirtió en una enseñanza de otros momentos. 

1. Partí por la parte oscura de la vida, en donde, lo citado me abruma y aburre, se vuelve una mezcolanza y vaivenes que,  muchas veces, interrumpen el caminar.

2. Seguí con Horcón, hecho con tinta china amarilla y sal. El lado complementario de la oscuridad, su luz. 

 

3. Corté algunas tiras de cartulina, estás me llevan a direccionar el como fluyen la oscuridad y la luz como tensiona entre sí.

4. Pinte mis pies con una combinación de tinta china negra con una celeste. Simbolizando los pocos pasos que hay entre estas dos.

5. Finalmente agregué más de mis sentimientos más personales aún, el momento del hilo rojo con el que nos unimos, que aquí en la cartografía presenta la unión total de la luz y la oscuridad, de la ciudad y lejanía, de la ambigüedad y la claridad. Cruzando horizontalmente, coloqué el ritual del sol y la Luna.